HERBOLARIAS
Micro Narraciones de Jardines Interiores e internos
Proyecto que reflexiona en torno al coleccionismo doméstico de plantas desde tres niveles de reflexión: lo real, lo ficcional y el tránsito/intersticio entre ambos aspectos, por medio de los lenguaje del diorama miniatura, el diorama en tela y la pintura en gran formato.
SOBRE HERBOLARIAS: LA COLECCIÓN DE LO VEGETAL
Coleccionar objetos, datarlos, nominarlos y clasificarlos, remite a recuerdos, a memoria, y a la cotidianidad de un individuo. Remite, además, a como dicho individuo se relaciona con su entorno y con su propia historia, sea que reflexione o no sobre la misma. El ser humano por medio del coleccionismo, observa un objeto y se lo apropia, dotándolo de múltiples características y convirtiéndolo en icono palpable, en una imagen significada y significante, en un símbolo de alguien determinado, en un objeto de valor, atesorado, único y trascendente. Al devenir aquel objeto en símbolo se idealiza y sacraliza, se le adjudican características difícilmente explicables en el plano de lo racional y se transforma en reliquia por lo que representa para quien lo posee. Estos objetos responden a una memoria, a una circunstancia e inclusive a una ficcionalización de la anécdota original que los llevo a formar parte de una determinada colección, como las viejas historias familiares, a veces, inexistentes, pero que de tanto ser contadas se vuelven realidad y recuerdo.
HERBOLARIAS: MICRO NARRACIONES DE JARDINES INTERIORES E INTERNOS se sustenta desde estas reflexiones, expresándose como un cuerpo de obra que aborda la íntima configuración de los jardines de interior desde la mirada del coleccionismo doméstico con lo patrimonial, museológico y ritual implícito, por medio de tres niveles reflexivos: realidad, ficcionalidad y el tránsito/intersticio entre ambos aspectos. Puesto que los jardines de interior cobijan no solo un reservorio de memorias, sino que se manifiestan como una forma de comprender la realidad, de asimilar una estética, intrínsecamente poseen una comprensión del clima y de la tierra, pero por sobre todo, evidencian una forma lúcida, lúdica y luminosa de construir morada.
Estos espacios/jardines de interior, al ser registrados, miniaturizados, vitrinizados y ficcionalizados cobraron un nuevo sentido único e inmaterial, ya que en tanto observamos un espacio que para un semejante constituye un lugar secularmente sagrado, aparece y se articula ante nuestros ojos, la micro narración de las anécdotas cotidianas que pudieron habitar en él.
Pía Aldana